
Dibújame las princesas de los cuentos que he olvidado.
Regálame mil sonrisas de niño mal educado.
Susúrrame palabras que ahoguen mis lamentos.
Recuérdame como era ir de la mano pecando
y lléname de caricias que el calor se me ha esfumado.
Sujétame los días que se escapan de mis manos,
y deja que viva años y años
por que me siento muy niña
aunque todo se vaya pasando