lunes, 24 de diciembre de 2007

Paris Je T'aime (La Bastilla)

Miró a su esposa cruzar la calle con el abrigo rojo que siempre juró que tiraría pero que siempre sacaba de su armario año tras año. Así era con todo. Fué algo que lo atrajo cuando se conocieron.
La ropa que usaba una y otra vez, los montones de labiales sin usar, la canción que cantaba mientras cocinaba, pertenecian a una vida que ahora parecía extraña. Una vida que estaba planeando dejar entre la entrada y el postre. Le sorprendió lo extrañamente lógico que fué elegir ese lugar para dejarla. El mismo lugar en el que se dió cuenta que ya no la amaba.

Cuando ella sonrió, él casi gritó: "Voy a dejarte, no sonrías". Pero simplemente le dió un trago de su Kir. Otra cosa que le molestaba, era que ella nunca ordenaba aperitivos ni postres pero siempre se comía lo de él. Peor aún, él siempre ordenaba la comida que le gustaba a ella. "¿Me gustan los profiteroles?", se preguntaba.

Cuando ella empezó a llorar como él nunca había visto, al principio pensó que sabía que la dejaría por Marie-Christine, la atractiva azafata rubia a la que amaba desde hacia 18 meses. "Se acabó" pensó "Lo sabe". "Lo sabe desde hace años. Debía haberlo supuesto".
Aún llorando, sacó unos papeles y se los dió. En fríos terminos clínicos decia que ella tenía Leucemia Terminal. En un instante su primer propósito desapareció de su mente, y una extraña voz metálica empezó a decirle: "tienes que superar esta situación". Y lo hizo. Pidió 3 órdenes de profiteroles para llevar y le envió un mensaje de texto a su amante:"Perdóname, atte Sergio".

Atendió a su esposa en todo lo que ella quería: colgando fotografías por toda la casa, llevándola a ver sus películas favoritas durante el día, buscando ofertas aunque odiaba ir de compras, leyendo Sputnik Sweetheart en voz alta para ella. Hasta el mas mínimo detalle tenía un sabor distinto sabiendo que jamas podría volver a hacer lo mismo por ella. Actuando como un hombre enamorado volvió a ser un hombre enamorado.

Cuando murió en sus brazos, él cayó en un coma emocional y nunca se recuperó. Incluso ahora, muchos años despues, su corazón siempre duele al ver a una mujer con un abrigo rojo.



Todo el mundo usa la palabra amor,
pero qué es el amor?? ...
.

creo que no existe el amor eterno en este mundo,
no se porque se pierde,
pero si muero estando profundamente enamorada,
puede que el amor se convierta en eterno.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Él sufre en algun lado (Alma Jimenez)


Al bajar las escaleras, al leer la última página de una novela, al escuchar la música que sale de las calles por donde camina y al poner un pie frente al otro: él sufre.
El otro día lo vi caminando frente a Bellas Artes, yo esperaba a un amigo y él pasó de repente, dejando tristeza en su camino.
Sufría tanto que hasta la fuente lloró acompañándolo. El cilindrero no paró de tocar y con el gorro en mano le pidió una moneda. No le importó, él siguió sufriendo.
No quiero preguntar, nunca me ha dicho de dónde nace esa melancolía, quizá brota del mismo lugar que me viene a mí y ya no es la soledad, es que los demás no entienden que son cosas más profundas.
Tan profundas que uno no se las puede quitar como lo hacemos con nuestros valores y principios, tan profundas que no nos queda mas que traerlas en la piel.
Él sufre y yo sufro con él.
Pero además, nos reímos de este sentimiento, nos besamos, nos queremos y sufrimos juntos con nuestros pies, con nuestras manos y uniendo nuestros sufrimientos caminamos.
Él sufre en algún lado y desde aquí, lo siento, porque yo sufro también.
me pongo tus camisetas para dormir, a pesar del tiempo puedo olerte en ellas ...

Sueño mejor cuando creo que estás cerca.

martes, 4 de diciembre de 2007


Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.

-ErnestO SábatO