¿No me recuerdas?
Soy el que te dio
la hora una vez
hace años.
Llevabas puesto un vestido marrón
y un libro de Jorge Amado.
Después cruzaste la calle
y me quedé con tu olor
petrificado en el aire
hasta el día de hoy.
Si tu supieras lo que imaginé
los hijos,
la casa y el perro,
como la noche en que me desperté
contigo bailando en el sueño.
Y ahora preguntas de nuevo
¿Tiene usted hora señor?
Maravilloso argumento
para hacer una canción.
Besos,
caminos que no se hallarán,
dichoso del río que encuentra su mar.
Labios que nunca se van a juntar,
historias que no se darán.
¿Recuerdas cuando esa vez te esperé
tres horas en Plaza España?
Hacía frío y empezaba a llover
fue triste la vuelta a casa.
¿Que no conoces mi cara?
¿Que no te suena mi voz?
será mejor que me vaya.
Lo siento,
me voy.
Pero antes cuéntame de Doña Flor
¿Pudiste acabar el libro?
No te preocupes, yo lo hice por vos:
se queda con los dos maridos.
Y ahora preguntas de nuevo
¿Tiene usted hora señor?
Diez menos cuarto y te pierdo,
diez menos cuarto y tu olor.
-FedeComín