Yo quiero que no mueras nunca pero la memoria es frágil y el destino caprichoso, tu torso desnudo imagen fija en mi horizonte se va borrando con la bruma y tus ojos azules tal vez no lo eran, tu perfil se desdibuja bajo mi recuerdo y tu olor escapa por las ventanas abiertas. Las velas se apagan y todo ensombrece, el sueño me vence y tu ya te has ido.