Hazme una de esas fotos que tu haces,
empaña el objetivo,
desenfocalo justo y mide mal la luz.
Ahora que está cayendo el día
no es dificil salir favorecida.
Que los rasgos se suavicen,
que todas las arrugas del alma
y del contorno de los ojos desaparezcan
y que quien me mire piense
que puedo merecer la pena.
Y sobre todo que lo que emocione
de esa foto no sea yo, que salgo allí,
sino tus ojos que la han hecho.